Narrative

Témpanos de Hielo

bancoEstoy sentado en este banco de madera sintiendo la Navidad a medianoche. Siento como el frío me provoca una especie de sensación de dolor mientras el aire hincha mis pulmones, y siento la tibieza del aire que exhalo en forma de vaho. Y en ese momento recuerdo los trenes con los que solía jugar en aquellos días, en Navidad, cuando mi padre podía tomarse algo de tiempo libre del trabajo. Suspiro resignado e inclino un poco más los hombros hacia adelante. No tiene sentido evocar el pasado y quienes entonces me acompañaban en la vida, cuando ahora me encuentro solo y aislado de consuelo humano y mi única compañía son las palomas. Esas palomas que acuden para comer el pan rancio que les desmenuzo recogido de un cubo de basura mientras buscaba algo para la cena.

Me he cruzado con miles de personas desde que llegué a esta ciudad sin nada, ni material ni promesa de trabajo o cobijo. Desde entonces algunas de esas personas me han hablado, unas pocas me han escuchado, y la mayoría me ha ignorado. Puede ser difícil de entender porqué alguien, de mi edad y teniendo familia en mi ciudad natal, vive en la calle sintiendo esta noche de Navidad con toda su crudeza meteorológica mientras mis miembros se vuelven témpanos de hielo. O podría ser fácil de comprender. Curiosa y tristemente, nadie me ha preguntado por qué me fui y por qué no vuelvo. Será que intentan evitar ver las pesadumbres de la vida, ajenas y propias, como si eso fuera a hacer que no existieran, como si eso las hiciera desaparecer.

Deja un comentario